3. Mirando hacia arriba. Qué podemos aprender de Francia

 Como no podía ser de otra manera tratándose de este blog, hoy vamos a comentar un aspecto en el que creo que nuestros vecinos del norte llevan la delantera.

Al contrario de nosotros, los alumnos franceses realizan sus primeras prácticas en Troisième, lo que equivale a nuestro tercero de la ESO. Es decir, con 15 años salen por primera vez de su centro escolar para realizar una semana de prácticas en empresa, donde tienen su primer contacto con el mundo laboral. De esta manera le dan una utilidad real a sus conocimientos y realizan durante unos días una labor relacionada con sus intereses. 

Desde aquí hasta la finalización de sus estudios universitarios tienen un periodo de prácticas obligatorias en muchos de los años, que se ve aumentada en algunas ramas de bachillerato y en varias carreras con un perfil más práctico. Esto les permite varias cosas: obtener de primera mano información sobre trabajos en los que a priori podrían estar interesados, relacionarse con adultos que no sean padres o profesores y que los tratan como futuros profesionales, romper la barrera entre el instituto y el mundo real para así darle un mayor sentido a lo que aprenden, compartir experiencias y opiniones con sus compañeros sobre sus diferentes prácticas, etc. Asimismo, el contacto temprano con el mundo laboral los empuja de alguna manera a buscar pequeños trabajos, muy a menudo contratos de estudiante, para compaginar sus estudios con una pequeña tarea que les enseña el valor del dinero y los anima a independizarse a una edad más temprana. 

Por todos los beneficios que acabo de mencionar, creo que el aumento de períodos de prácticas en nuestro sistema educativo conllevaría una mayor motivación del alumno puesto que encontraría  sentido en lo que estudia más fácilmente. Además, sería una forma de orientar a nuestros jóvenes mucho más efectiva tanto como para elegir especialidad, como para decidir si se quieren hacer estudios superiores o empezar a trabajar.

Algunos institutos españoles como el Condesa Eylo de Valladolid ya han comenzado a incorporar en segundo de bachillerato un día en el que los alumnos salen del centro para tener un primer contacto con los trabajos en los que creen estar interesados. 

Esperemos que este tipo de iniciativas sean cada vez más frecuentes en nuestros centros.

Y tú, ¿has realizado algunas práticas que te hayan marcado?

¡Hasta la próxima!